Sales Minerales
En los sistemas vivos, las sales minerales se encuentran básicamente en tres modos diferentes:
Disueltas | La mayor parte de las sales se hallan disueltas en medios acuosos, formando electrolitos. Tal es el caso del Sodio (Na+), Potasio (K+), Calcio (Ca2+), Cloruro (Cl-), Bicarbonato (HCO3-) o Fosfato (PO4 3-), iones que participan en diversas reacciones químicas en función de su afinidad eléctrica. Por ejemplo, participan en la regulación de la acidez (pH) y en la formación de potenciales eléctricos. Además, es muy importante considerar que sales como el Sodio (Na+) y el Cloruro (Cl-) mantienen el equilibrio hidrosalino. |
Precipitadas | Otras sales se encuentran precipitadas formando, de este modo, estructuras sólidas y rígidas. Tal es el caso del fosfato cálcico (Ca3 (P04)2), que al precipitar sobre una matriz de proteínas fibrosas forma los huesos. El caparazón de los moluscos y de los crustáceos y la dentina de los dientes están formados por carbonato cálcico (CaCO3) y las espículas de algunas esponjas están formadas por sílice (SiO2). |
Combinadas | Algunos iones inorgánicos, se encuentran combinados. El ejemplo más llamativo es el hierro (Fe2+) en la molécula de hemoglobina y el magnesio (Mg2+) en la clorofila. También algunos iones se asocian a enzimas: biocatalizadores. Sin ellos las reacciones bioquímicas se desarrollarían a velocidades tan bajas que apenas rendirían cantidades apreciables del producto. Muchas enzimas necesitan para su funcionamiento la presencia de algunas sales (cofactores enzimáticos). |
Tabla 3. Algunos minerales esenciales en la nutrición humana.
*Macrominerales son necesarios en cantidades mayores de 100 mg por día.