Lateralización Hemisférica
Aunque los hemisferios derecho e izquierdo son razonablemente simétricos, existen leves diferencias anatómicas entre ellos. Por ejemplo, en casi dos tercios de la población, el plano temporal, región del lóbulo temporal que incluye el área de Wernicke, es 50 % mayor en el lado izquierdo que en el derecho. Esta asimetría aparece en todos los fetos humanos hacia la semana 30 de gestación. Esta asimetría funcional se denomina lateralización hemisférica.
Sin embargo, más allá de esas diferencias, en muchas personas el hemisferio izquierdo es el más importante para el lenguaje hablado y escrito, habilidades numéricas y científicas, capacidad para usar y entender el lenguaje de signos y el razonamiento. A manera de ejemplo, las personas con daño del hemisferio izquierdo suelen tener afasia (dificultad para expresar o comprender el lenguaje). A la inversa, el hemisferio derecho es más importante en las habilidades musicales y artísticas en general, la percepción espacial y de patrones, el reconocimiento de caras y el contenido emocional del lenguaje, así como en la generación de las imágenes mentales de lo que observa, oye, degusta, toca y huele, para fines de comparación. Los sujetos con daños del hemisferio derecho correspondientes a las áreas de Broca y de Wernicke del hemisferio izquierdo hablan con voz monótona, ya que han perdido la capacidad de dar inflexiones emocionales a lo que dicen.
Hace algún tiempo se intentó disminuir la gravedad de los ataques epilépticos seccionando el cuerpo calloso, con el resultado insospechado que los pacientes disociaban las funciones de ambos hemisferios y se obtenía dos mentes separadas: una verbal, analítica dominante y una artística pero muda. El cerebro analítico radica en el hemisferio izquierdo y el cerebro artístico en el hemisferio derecho. Los pacientes han demostrado que las funciones de: aprendizaje; memoria; percepción e ideación prácticamente no se alteran. Sin embargo, un hombre con los hemisferios separados no puede describir oralmente un objeto no visto, ni sentido por su mano izquierda, ya que el hemisferio menor (derecho) no puede enviar esta información a las áreas del lenguaje del hemisferio izquierdo (dominante). Tampoco puede dibujar adecuadamente con su mano derecha, ya que los centros motores del hemisferio dominante no reciben la guía adecuada del conocimiento espacial que procede del hemisferio menor (derecho).