Adaptaciones del organismo al esfuerzo
Para satisfacer la demanda metabólica durante el ejercicio físico, se producen adaptaciones del organismo al esfuerzo que afectan tanto a la mecánica ventilatoria (por estimulación del centro respiratorio) como a la del sistema cardiovascular (por estimulación del centro vasomotor). Por una parte, aumenta la frecuencia respiratoria y por otra el aporte sanguíneo a los órganos en activo metabolismo.
La siguiente tabla y gráfico muestran el flujo sanguíneo en diferentes órganos durante el reposo y durante dos niveles de actividad física; moderada e intensa.
En algunos órganos el flujo sanguíneo, durante el reposo y en actividad física, no cambia, otros reciben mayor aporte sanguíneo durante el ejercicio que durante el reposo, en cambio, algunos ven su aporte disminuido, conforme aumenta la actividad física. El riego sanguíneo cerebral y cardíaco permanecen constantes, el pulmonar y el renal disminuyen, para así, derivar un mayor riego sanguíneo a la piel y los músculos.