Desarrollo Embrionario
Se considera desarrollo embrionario al período de crecimiento y morfogénesis comprendido entre la formación de un cigoto y el nacimiento de un nuevo organismo. En el ser humano este proceso tarda aproximadamente unas 38 semanas (266 días), a partir de la fecundación. Este período involucra crecimiento con diferenciación celular y morfogénesis, es decir, formación de tejidos y órganos. A diferencia del concepto de desarrollo, se usa crecimiento, para referirse a aumento de tamaño por división celular, o a un cambio de forma de una estructura. Estas diferencias de forma están causadas por valores distintos en la velocidad del crecimiento de ciertos caracteres o del organismo como un todo. El desarrollo fetal se centra en el crecimiento y en la maduración de los órganos. Durante los dos primeros meses que siguen a la fecundación, el ser humano en formación, es un embrión. El concepto de feto y desarrollo fetal se aplica desde la novena semana de gestación hasta el nacimiento.
El parto es el mecanismo por el cual en los animales vivíparos, una vez completado el desarrollo del nuevo ser, se produce la expulsión del feto desde el útero materno al exterior, en un tiempo relativamente breve. Es un momento crucial en la vida de los humanos, probablemente el más importante, de cuya evolución dependerá la calidad vital posterior. El momento del parto requiere una coordinación entre el desarrollo fetal y el inicio del trabajo de parto, para asegurar que el organismo del recién nacido esté preparado para la vida extrauterina especialmente sus posibilidades de respirar.