Absorción de los nutrientes
Cuando el jugo digestivo ha degradado los nutrientes, son absorbidos por las células del intestino delgado. Para cumplir con esta tarea, su superficie interior está comprimida, formando cientos de pliegues llamados vellosidades y revestido por millones de prominencias, denominadas microvellosidades intestinales, aproximadamente 600 por cada célula.
Una vellosidad intestinal consta de una sola capa de células epiteliales. Su cantidad varía entre 10 a 40 por milímetro cuadrado (mm2). En su estructura interna se distinguen una arteriola, una vénula, una red capilar y un vaso linfático (quilífero central).
A continuación se presenta un gráfico (Figura 14), que indica cómo cambia la cantidad de proteínas, lípidos y glúcidos que se encuentran a distintas distancias del tubo digestivo después de una comida. Se puede observar que los nutrientes son absorbidos a nivel del intestino delgado y que algunos, como los aminoácidos y la glucosa entran directamente a la circulación sanguínea.
En cuanto a los mecanismos que son utilizados para la absorción de los nutrientes, se puede decir que son variados, sin embargo, se pueden resumir en mecanismos pasivos (no gastan energía) y en activos (gastan energía). El agua utiliza el mecanismo de difusión facilitada, a través de aquaporinas y las sales minerales dependiendo de cual se trate, ocupan un mecanismo pasivo o activo. En general, se acepta que el sodio utiliza un transportador que requiere ATP, en todo caso, para las sales minerales, el tipo de transporte depende en cierta forma del tipo de solución que se encuentre en el lumen del intestino delgado, es decir, si es isotónica, hipotónica o hipertónica. Frente a soluciones hipertónicas más que absorción, el intestino comienza a secretar sustancias, lo que nos lleva a una diarrea osmótica, este es el caso típico de la intolerancia a la lactosa o a las proteínas del trigo (gluten) que genera la enfermedad celíaca. Por otra parte, los productos de la digestión de proteínas se absorben mayoritariamente como aminoácidos, dipéptidos y tripéptidos, algunos aminoácidos ingresan a la célula de la vellosidad intestinal por un proceso de cotransporte acoplado al ion sodio (transporte activo secundario), al igual que la glucosa, otros, son transportados activamente. Al menos un cotransportador ingresa hacia dentro a dipéptidos y tripéptidos junto al ion hidrógeno; los péptidos se hidrolizan a aminoácidos simples dentro de la célula de la vellosidad. Los aminoácidos salen de la célula de la vellosidad por difusión facilitada. Respecto a la glucosa y la fructosa, lo hacen acopladas al sodio (cotransporte), un tipo de transporte activo secundario y la galactosa utiliza difusión facilitada. Al igual que los aminoácidos, los monosacáridos salen de la célula de la vellosidad intestinal hacia los capilares sanguíneos por difusión facilitada, se transportan en la sangre hacia el hígado por el sistema porta-hepático (Figuras 15 y 17).
Los ácidos grasos de cadena larga (más de 12 carbonos), los monoglicéridos y las vitaminas liposolubles A, D, E y K y el colesterol entran a la célula de la vellosidad intestinal. Una vez en su interior se unen los ácidos grasos de cadena larga y monoglicéridos formando nuevamente triglicéridos que se agregan como glóbulos junto con los fosfolípidos y el colesterol quedando recubiertos de proteínas, constituyendo los llamados quilomicrones que salen por exocitosis al vaso quilífero central de la vellosidad intestinal. Este vaso linfático los conduce hasta la vena subclavia izquierda del sistema sanguíneo (Figuras 15, 16 y 17). Los ácidos grasos de cadena corta son absorbidos por difusión directamente a la sangre pasando al hígado por la vena porta-hepática (Figuras 15 y 17).
En resumen, la absorción de los nutrientes queda dividida en:
Sustancias hidrosolubles: aminoácidos, ácidos grasos de cadena corta (menos de 8 carbonos), agua, monosacáridos y minerales, que entran en el interior de la vellosidad intestinal a la vena sanguínea que posteriormente formará parte del sistema porta-hepático.
Sustancias liposolubles: ácidos grasos de cadena larga, monoglicéridos, vitaminas liposolubles y colesterol que ingresan al quilífero central, no sin antes reestructurar los quilomicrones (lipoproteína), una vez formados se dirigen a la vena linfática (quilífero) que conecta finalmente con el sistema venoso sanguíneo.