Lluvia ácida
El uso de combustibles fósiles en los motores de explosión de los automóviles y en las plantas termoeléctricas está descargando a la atmósfera, además de CO2, grandes cantidades de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx), que al reaccionar con el agua forman ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3), respectivamente, que precipitan con la lluvia, la cual tiene así una acidez mucho mayor que la normal. La acidez en exceso impide la captación de los nutrientes por los árboles y mata una variedad de plantas acuáticas, peces y muchos organismos (Figura 10).