Sistema Endocrino
Las funciones ejercidas por el sistema endocrino se fueron clarificando a la luz de diferentes experimentos. Las investigaciones realizadas en 1849 por el doctor A.A. Berthold demostraron la importancia de las gónadas en la maduración de los gallos. Él demostró que si a un grupo de gallos juveniles se les extraen los testículos éstos manifiestan una atrofia de los caracteres sexuales secundarios: no desarrollan cresta ni la agresividad característica de estas aves en estado adulto. Pero hizo ver también, que cuando los testículos eran retirados e injertados en una región diferente del cuerpo, próximos a algún vaso sanguíneo, los gallos se desarrollaban normalmente. De esto se concluye que los testículos producen una sustancia que estimula el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios en los machos, actuando en distintas partes del organismo. Estos estudios pusieron de manifiesto que ciertos órganos específicos pueden producir algún tipo de sustancia química, que al suministrarse al organismo, restablecen las características perdidas con la remoción del órgano y que es capaz de desencadenar efectos en otro tejido del cuerpo. Además, esta sustancia debía ser transportada por el torrente sanguíneo.
Otros investigadores, entre los que destacan Starling y Bayliss, fueron confirmando la participación de otros mensajeros químicos en la regulación de diferentes funciones del organismo. Estos mensajeros químicos reciben el nombre de hormonas.
Sustancia orgánica secretada por células vivas o un tejido glandular dentro del organismo y transportadas por la sangre, a un sitio específico de acción donde tienen efectos regulatorios específicos sobre determinadas células u órganos. En general, las hormonas ejercen más de una acción, por ejemplo, la testosterona, hormona producida en los testículos, estimula la síntesis proteica en las células somáticas y promueve la espermatogénesis activando la síntesis proteica en los túbulos seminíferos.