Flujo de la información genética
F. Crick enunció lo que él llamó “el dogma central”, según el cual la información genética fluye del DNA a las proteínas en una única dirección.
Así, el genotipo determina el fenotipo, dictando la composición de las proteínas. F. Crick fue criticado por utilizar el término “dogma” ya que un dogma es algo que no se pone en duda. El científico reconoció más tarde que debió llamarlo hipótesis central.
Una gran diversidad de experimentos han demostrado que el dogma se cumple, salvo en unas pocas excepciones. La principal excepción corresponde a la transcripción inversa, en la cual la información codificada por ciertos virus que contienen RNA se transcribe al DNA por la acción de la enzima transcriptasa inversa. Por ello el dogma o hipótesis central hoy se presenta así.